DANIEL SAMPER PIZANO
LES LUTHIERS
DEBATE
Páginas: 400
Altura: 23.0 cm.
Ancho: 15.0 cm.
Lomo: 2.0 cm.
Peso: 0.56 kgs.
ISBN: 9789877950779
Estado: Nuevo
¿Hay alguien que no conozca y ame a Les Luthiers? No lo creemos, pero por si acaso: Les Luthiers son un grupo humorístico argentino cuya obra gira en torno a la música o que, como afirman en su propio juego de palabras, «unen canto con humor». La genialidad de sus composiciones de todo tipo (desde rock hasta música de cámara â«de cámara lenta»â) se ve realzada por el hecho de que muchos de los instrumentos (informales) que utilizan han sido concebidos y construidos por ellos mismos (de ahí lo de luthiers). Algunas de sus mejores piezas lo son no solo por la composición en sí, sino además por sus legendarios guiones («Las majas del bergantín» o «Himnovaciones»), sus inolvidables personajes (don Rodrigo Díaz de Carreras, Warren Sánchez, el maestro Mangiacaprini, Yogurtu Nâgue o Daniel el seductor) y, en especial, el cuidado y el mimo con el que se trata la vida, la obra y el modo de componer, entre otros géneros, óperas âun verdadero modus operandiâ del inmortal compositor Johann Sebastian Mastropiero. Con cariño, admiración y mucho humor, los periodistas Daniel Samper y lex Grijelmo cuentan una historia que conecta con millones de espectadores que han reído en español (y a veces en inglés). Recopilan un buen puñado de anécdotas y fotos, relatan la evolución del conjunto y revelan sus métodos de trabajo y los secretos de sus espectáculos, que han llevado por medio mundo. Por el camino reúnen «muchas gracias de nada», rememoran sus momentos «Mastropiero que nunca» y cubren su trayectoria hasta que por fin fueron «grandes-hitos». Y esto es. ¿Todo? Todo esto es. ¿Qué es esto? Ah, sí: íesto es todo! Les Luthiers han dicho: «Es una canción muy fácil, la puede cantar cualquiera o âcualquieseâ». «Mientras los violines dibujan un elaborado contracanto, el piano ataca el tema principal, que resulta ileso». «Su confesor iniciaba sus encuentros diciéndole: âAbreviemos, hija mía ¿De qué pecados NO te acusas?â». «Donde dice âde inspiración arrebatada, como otros compositor