EDUARDO SACHERI
LOS DIAS DE LA VIOLENCIA 2
ALFAGUARA
Páginas: 320
Altura: 23.5 cm.
Ancho: 15.0 cm.
Lomo: 1.9 cm.
Peso: 0.483 kgs.
ISBN: 9786313010806
Estado: Nuevo
En 2022 publiqué Los días de la Revolución, buscando indagar en la etapa revolucionaria del Río de la Plata a principios del siglo XIX. Este nuevo volumen viene a ser la continuación de ése. Los dos libros, y los que planeo agregar en el futuro, están concebidos como una clase de Historia, o como un conjunto de clases, que te permitan conocer y comprender mejor el proceso histórico que condujo a la formación de la Argentina a lo largo del siglo XIX. El arco temporal de este libro recorre el lapso comprendido entre dos batallas: la de Cepeda en 1820 y la de Caseros en 1852. En ambas ocasiones se derrumban grandes estructuras políticas: el Directorio y la Liga de los Pueblos Libres en Cepeda y la Confederación Argentina liderada por la Buenos Aires de Juan Manuel de Rosas en Caseros. Te propongo analizar juntos estas tres décadas de una Argentina "en formación", porque en la primera mitad del siglo XIX ese país todavía no existe del todo. Ni en 1820, aunque se vayan delineando algunos de sus aspectos, ni tampoco en 1852, aunque sus elementos constitutivos sean cada vez más claros y visibles. Elegí como título Los días de la violencia porque entre 1820 y 1852 la violencia de los enfrentamientos políticos alcanza niveles desconocidos antes, y muy poco frecuentes después. Los fusilamientos, el degüello de prisioneros, la ejecución de opositores, la exhibición de cadáveres se vuelven asiduos y se naturalizan como parte del paisaje de la lucha política. Como si la violencia desatada por el ciclo revolucionario descendiera ahora unos cuantos peldaños hacia lo más oscuro de la brutalidad humana. Ojalá te entusiasme este viaje. Eso sí, no esperes encontrar en estas páginas un relato cargado de épica que ensalce personajes del pasado o justifique proyectos políticos del presente. Tampoco encontrarás una invitación para agrupar a los actores históricos en buenos y malos, leales y traidores, patriotas y vendidos. Me parece más útil partir de otro principio: que cada sociedad, cada tiempo, merecen ser comprendidos antes que juzgados.