EMMA REYES
MEMORIA POR CORRESPONDENCIA
EDHASA
Páginas: 216
Altura: 22.5 cm.
Ancho: 14.0 cm.
Lomo: 1.4 cm.
Peso: 0.36 kgs.
ISBN: 9789876283922
Estado: Nuevo
En 1969 Emma Reyes le escribió una carta a su amigo Germán Arciniegas, donde le relataba acontecimientos de su infancia. Arciniegas quedó tan impactado que le pidió que continuara. Lo hizo. A lo largo de casi tres décadas le envió veintidós cartas más. Cuando García Márquez leyó algunas de estas cartas su admiración fue mayúscula y la instó a que las publicara. Ese conjunto dio lugar a Memoria por correspondencia y se publicó en 2012 en Colombia, diez años después de la muerte de la autora, por expreso pedido de ella. Fue un acontecimiento literario. En poco tiempo se tradujo a diez idiomas y se publicó en quince países.
¿Cuál es la causa de semejante suceso? Una sola y muy simple: es un libro extraordinario. Con una escritura despojada, que jamás desciende a lo sentimental, que conmueve con su austeridad y su hondura, Emma Reyes relata una infancia desoladora, de la que cuesta creer que haya sobrevivido. Vivió encerrada en condiciones inhumanas en una habitación en las afueras de Bogotá, luego fue abandonada con su hermana en un pueblo de Colombia y finalmente recaló en un convento de monjas. En tal estado de estupor y terror que no podía pronunciar palabra. Desde ese subsuelo del alma, se reconstruyó hasta convertirse en artista y establecerse en París.
Este libro es la narración de esa experiencia y de su superación. Sin rencores y sin abandonar la inocencia, Emma Reyes relata su vida como si hubiera sido, a la vez, protagonista y testigo privilegiado. Con la distancia justa. Jamás busca emocionar, y quizás por ello emociona desde la primera a la última página.
Opiniones de la crítica.
Hacía años y años si es que alguna vez me sucedió algo parecido- que no disfrutaba ni me conmovía tanto con un libro y un autor que me fueran totalmente desconocidos." Manuel Hidalgo, El Mundo (España)
Son muy raros los libros capaces de conmover sin recurrir a la sensiblería. Uno de ellos es, sin duda, Memoria por correspondencia, de la pintora colombiana Emma Reyes. (...) Precisamente porque no pretende ser literaria, la autora alcanza la excelencia literaria, la única capaz de tocar la fibra más sensible del lector. Luis Matías López, Público.es
Este libro es tan verdadero, tan sincero, consigo mismo, que asombra al lector. Antonio Garrido, Diario Sur
Tras tanto dolor, el lector logra salir de la lectura reconciliado con la humanidad porque, acompañando a la autora, sabe del renacer de la esperanza de esa adolescente fugitiva que al fin podrá volver a empezar. Jordi Amat, Cultura/s
Aunque no hay propósito estético, cada página desprende una helada y escabrosa belleza. (...) Al terminar el libro, el horror sigue temblando en la memoria, pero con una hebra de esperanza, anunciando que el sufrimiento del ser humano sólo puede curarse con el afecto de otro ser humano o con la creación artística, que es otro acto de amor y tal vez el logro más alto de nuestra especie. Rafael Narbona, El Cultural
Un relato digno de Dickens. En 2012, fue declarado libro del año en Colombia. Pero este libro es mucho más que eso: es un nuevo clásico, un libro duro y entrañable destinado a perdurar. Darío Jaramillo
Quizás la mayor cualidad de este libro sea que la autora sabe transmitir las emociones y sentimientos de inocencia cristalina que la zarandearon desde que era una niña de cuatro años. Recuerda lo que sintió, y el lector también lo siente. Páginas abrumadoras. Iñigo Urrutia, Diario Vasco
Memoria por correspondencia ha tocado el corazón de los lectores por muchas razones: por su frescura, por su capacidad de revelar un mundo sin caer en el costumbrismo y por la sabia medida de sus palabras. Pero, ante todo, porque sus páginas son hondamente humanas y poéticas. Piedad Bonnet
Lo sorprendente es que su sensibilidad para los bordados la haya convertido también en una gran escritora. Y que de su único libro pueda decirse que es la novela, así como suena, más bella de los últimos años. Lisandro Luque, Semana
DATOS DE LA AUTORA:
Nació en Colombia en 1919 y murió en Francia en 2003. Fue pintora. Comenzó a pintar en Buenos Aires en 1943, y al año siguiente trabajó en una pintura mural con Antonio Berni en Buenos Aires. En 1947 estudió en París en la academia de André Lothe. Desde 1949 expone individualmente y en 1951 se traslada a México y trabaja con Diego Rivera en el DF. Entre 1958 y 1960 vivió en Italia, y desde entonces y hasta su muerte residió en Francia.