Simon Reynolds
POSTPUNK
CAJA NEGRA EDITORA
Páginas: 560
Altura: 20.0 cm.
Ancho: 14.0 cm.
Lomo: 2.6 cm.
Peso: 0.6 kgs.
ISBN: 9789871622238
Estado: Nuevo
Luego de Después del rock y Retromanía, publicamos el que para muchos es el libro más relevante de SIMON REYNOLDS; un volumen de más de 500 páginas en el que caracteriza y define la escena que a fines de los setenta redefinió las atribuciones del rock, y que REYNOLDS viene a presentar a Buenos Aires, como invitado especial del FILBA 2013.
En tiempos en los que la creatividad musical se encuentra ahogada por el archivismo y el revivalismo, Postpunk. Romper todo y empezar de nuevo recupera la memoria perdida de una época en la que el pasado era un canon al que había que desafiar, y el futuro un horizonte de infinitas posibilidades.
Postpunk. Romper todo y volver empezar de nuevo es el primer libro en recuperar a aquellas bandas que supieron ver en las condiciones generadas por el punk la oportunidad para establecer una verdadera ruptura con la tradición y experimentar por fuera de los estrechos parámetros del rock.
Entregados a la tarea de profundizar la revolución iniciada por el punk, grupos como PiL, Joy Division, The Fall, The Slits, Devo, The Residents, Throbbing Gristle o Liquid Liquid exploraron territorios previamente desconocidos al incorporar las técnicas de producción del dub y la música disco, las radicales estrategias compositivas del krautrock, la música contemporánea, el free jazz y el groove, y la economía sonora del funk. Pero no solo de música se alimentó el postpunk: Cabaret Voltaire tomó prestado su nombre de Dada; Pere Ubu adoptó el suyo de Alfred Jarry; Gang of Four, inspirado por Brecht y Godard, trató de deconstruir el rock; los letristas absorbieron la ciencia ficción radical de J.G. Ballard, Philip K. Dick y William S. Burroughs; y bandas como The Pop Group o Contortions se inspiraron en el teatro de la crueldad de Artaud para romper las barreras entre el público y el escenario. Al purismo estridente del punk, el postpunk le opuso eclecticismo e hibridez. Y a su tradicionalismo rockero, un imperativo de cambio constante.