CLAUDIA PANNO
SER FELIZ A LOS 50
EDICIONES DELDRAGON
Páginas: 134
Altura:
Ancho:
Lomo:
Peso: 0.28 kgs.
ISBN: 9789878322520
Estado: Nuevo
¡Llegaron los 50! ¿Cómo pasó todo tan rápido?, se pregunta la cincuentennial. Hasta ayer éramos jóvenes, inteligentes solteras. Y ahora estamos buscando todo lo que se nos pierde: llaves, celular, anteojos, billetera, el saquito, la barra de herramientas, el potasio y el filtro al hablar, entre otras cosas. Sin embargo, no estamos grandes ni menopáusicas y, sobre todo, no somos descartables. Este libro nos muestra lo mucho que, todavía, tenemos para aprender, como, por ejemplo, a subir una historia en Instagram, a tener una reunión por Zoom y mutearnos cuando putea nuestra pareja, a escuchar un audio de WhatsApp sin activar la video llamada, a pronunciar "hia- lu-ró-nico" (nuestra crema de cabecera), a escanear el código QR del menú de un bar para no morir de inanición, a incorporar una nueva gimnasia (la del suelo pélvico) para fortalecer músculos que no sabíamos que existían, a hablar con lenguaje inclusivo y con los nuevos implantes dentales, a buscar una esteticista que nos asesore sobre el Vela Shape, el Venus Freeze, el Dermapen o la wedding planner y a cambiar el psicólogo tradicional por una biodescodificadora mindfulness, que nos haga constelar para amigarnos con los antepasados, visualizar para proyectar el futuro y meditar para estar en el aquí y ahora. Si bien el lema "Sexo, droga y rock and roll" fue reemplazado por "Netflix, una dietética de confianza y una balada de Marco Antonio Solís", no tenemos por qué pasarla mal con eso. "¡Estoy viva!", es el nuevo mantra de la mujer de 50 y lo grita a los cuatro vientos cuando toma buenas decisiones, como separarse, irse de vacaciones con amigas de su misma edad, que a la hora de dormir tienen más rituales que una secta umbanda, ponerse un refugio para perros o anotarse en el triatlón: Comer, rezar, amar y volver a comer. La autora propone, además, aflojar con los ideales y cambiarlos por buenas ideas. ¿Por qué demonizar la carne o querer salvar el planeta privándonos de tomar una caipi con pajita? A lo mejor es hora de amigarnos con nuestros rulos, los rollos y las canas y de buscar una pareja no solo que nos acepte así, sino también que esté dispuesta a acompañarnos a la videocolonoscopía. Ser feliz a los 50 nos invita a un viaje cómico donde todas las mujeres de esta edad sentirán que este libro les está hablando en su mismo lenguaje.